domingo, 21 de abril de 2013

DÍA 09: UNO CON UNA EXCELENTE VERSIÓN CINEMATOGRÁFICA.






2001: Odisea del Espacio. Arthur C. Clarke/Stanley Kubrick

Esta elección pudiese parecer una opción fácil, una salida de consenso con la que todos estaríamos de acuerdo. Pero la verdad es que 2001 es una de las películas que forma parte de mi Top Ten personal y no podía dejarla pasar. Cada vez que la veo encuentro nuevos detalles y perspectivas que no había notado antes y redescubro la riqueza de su discurso visual en las que está todo y por lo tanto la economía de diálogos era indispensable.

Investigando un poco veo que la novela fue una ampliación de una historia original llamada El Centinela que Arthur C. Clark escribió en 1948 para participar en un concurso de la BBC. Aunque no llegó finalmente a presentarla en el concurso por algún motivo. No estoy seguro si el libro que leí (2001: Odisea del Espacio) era en realidad una novelización del guión  (que fue escrito por Kubrick y Clarke) o si Clarke rehizo la historia a petición de Kubrick y luego adaptaron el guión.

En fin, la novela me permitió entender muchas cosas que en la película están sugeridas o son tocadas a la ligera porque tal vez Kubrick no las consideró importantes o quiso dejar cosas abiertas a la interpretación del espectador. En el libro, Clarke es bastante claro desde la introducción al decir que los saltos de la evolución humana pudieron ser iniciados por extraterrestres que detectaron cierto potencial en una clase de primate de un planeta de cierto sistema solar en la periferia de la Vía Láctea.

En el libro la historia de los primates es mucho más extensa que en la película y Clarke dibuja la historia de la tribu, las penurias por la sed, el hambre y el miedo a ser atacados cada noche por un leopardo que iba cada tantos días a comerse a uno de ellos. Los humanoides tenían nombres y había un protagonista que a su vez lideraba a la tribu y que se debatía entre permanecer en el mismo sitio o arriesgarse a buscar un nuevo refugio, este protagonista también miraba constantemente a la luna y se preguntaba como alcanzarla. Un día aparece el monolito y el primate líder lo toca. En este contacto ocurre la activación del monolito y éste a través de un ruido agudo e intenso desmaya a la tribu e inicia el proceso de reconfiguración celular que los llevaría a hacerse más inteligentes y sentaría las bases del primer salto evolutivo. Luego los primates descubrirían las primeras herramientas con las cuales matan al leopardo y después a los enemigos de las tribus vecinas que no estuvieron en contacto con el monolito, así como el consumo de carne y el fuego.

De esta forma se explicaría la mezcla del instinto animal e inteligencia siempre presente en la naturaleza humana, siendo ese instinto una reminiscencia de nuestra forma originaria más primitiva. En la película el matiz es más interesante: el primate que descubre el hueso de un animal para defenderse (es decir la primera herramienta), la lanza al cielo de la noche y luego nos encontramos con una nave espacial que tiene, casualmente, la forma del hueso lo que da a entender que ese primer salto de la evolución permitió el desarrollo de la inteligencia objetiva, del pensamiento analítico y con ello de la conciencia científica y tecnológica. Y todo esto lo muestra Kubrick con una secuencia de solo unos segundos: el hueso que asciende y que en su descenso se convierte en una nave espacial. He ahí el poder de la síntesis, pero también es una imagen que me tomó mucho tiempo de digerir y comprender.

Desde esa escena hasta la desconexión de Hal-9000 la película y el libro son bastantes exactos. En el libro Clarke se toma la molestia de explicar muchos detalles tecnológicos sobre el viaje espacial, desde el funcionamiento del baño de la nave que lleva al Dr. Floyd a la estación espacial, hasta cómo se podría generar gravedad artificial en dicha estación.

En la parte del viaje a Júpiter (que en el libro era a Saturno) la interacción entre los astronautas y Hal-9000 permite a Clarke exponer las ventajas y peligros del uso de la inteligencia artificial para tareas complejas como los viajes espaciales. Kubrick va mucho más allá y hace un estudio de la naturaleza de las neurosis al mostrar como la angustia de mentir produce en Hal un estado de estrés que termina por manifestarse en fallas sicosomáticas. Hal no puede comunicar el verdadero propósito de la misión y a mitad del viaje reporta un fallo en la antena de comunicaciones (una proyección de su propio malestar síquico, ya que es Hal el que no tiene permitido comunicarse libremente). Así mismo empieza a desarrollar un estado paranoico al considerar que los astronautas tienen también secretos ya que él mismo guarda uno muy importante.

Así Kubrick muestra de manera didáctica y verosímil como las enfermedades y los malestares físicos son proyecciones de los estados de la mente (Hal es un símbolo de la psique humana en su aspecto lógico y analítico exactamente lo que los extraterrestre habrían ayudado a desarrollar) y eso plantea otra pregunta: ¿entonces la mente humana es al fin y al cabo solo una computadora muy compleja? ¿Qué es lo que nos hace humanos? ¿La parte animal que está latente en nuestra carga genética?

Desde que Bowman apaga a Hal hasta su encuentro con el monolito en la película pasan unos minutos, pero en el libro iban a mitad de viaje y hay que soportar como cien páginas del astronauta solo en la nave Discovery. En ese lapso se dan detalles importantes que luego entenderemos en el viaje sideral que emprende Bowman al entrar en contacto con el monolito (tanto en la película como en el libro es un viaje alucinante), como por ejemplo que Bowman había estado en el hotel Waldorf Astoria de Nueva York y tomaba siempre la misma habitación y esa es la habitación en la que aparece el astronauta en la película, ese detalle se pasa de manera muy somera al inicio de la segunda parte y se hace difícil entenderlo cuando se le ve por primera vez. En la novela se explica que Bowman está siendo observado por los extraterrestres que lo están evaluando para ver el estado de evolución de la raza humana.

Finalmente Bowman envejece y muere y es entonces cuando los extraterrestres pueden ayudar para que se de el siguiente paso en la evolución: el salto de la consciencia, el cuerpo y la mente humana deben apagarse como Hal-9000 para dar paso esa otra etapa que es el despertar de lo verdaderamente humano, de la consciencia liberada de las ataduras de la mente y la carne. Como lo es el Bowman renacido que mira a la Tierra desde un vientre astral.

Sin embargo tanto Clark como Kubrick se quedan en el aspecto analítico del asunto y no explican cómo es que puede darse ese salto ¿tenemos que esperar por los extraterrestres? Afortunadamente 40 años después del estreno de la película vino Terrence Malick a enmendarle la plana a ambos con su hermosa y magistral película, El árbol de la vida. En la secuencia final Malick rehace el viaje sideral de Bowman con un Sean Penn atormentado que va dando tumbos en un desierto hasta que se encuentra con un portal de piedra (en clara alusión al monolito de 2001) y éste lo cruza y experimenta un salto, un viaje en el que Malick hace evidentes analogías con el viaje sideral de Bowman y finalmente llega a una playa en la que se encuentra con sus padres rejuvenecidos, con sus hermanos y las personas que cruzaron en algún momento por su vida y el personaje de Penn usa ese reencuentro para hacer las paces con sus demonios internos.

Malick muestra que el verdadero viaje al encuentro de lo humano, el salto hacia el superhombre no es al exterior sino por el contrario es un recorrido por la vía de nuestra memoria (en la que está presente la conexión con todo lo que ha existido) para encontrar, a través de la vivencia de los sentimientos, la playa del espíritu, las aguas del alma que nos ponen en contacto con nuestra parte sana, coherente y significativa.

Así es como se unen estas tres obras en un solo destino que es el de  buscar y apagar al loco Hal que nos habita para emprender el viaje cósmico hacia lo divino y trascendente.

No hay comentarios: